La cirugía Ortognática entrega solución a algunas malformaciones maxilofaciales que afectan a los pacientes. Conoce en qué consiste.
El 53,8% de la población chilena considera que tiene una salud bucal regular, mala o muy mala. Grave problemática, porque las enfermedades bucodentales no solo ocasionan la pérdida de dientes, gingivitis y halitosis; sino que en los casos de mala mordida, por ejemplo, pueden derivar en patologías no transmisibles; cardiovasculares, pulmonares y hasta digestivos y de apnea del sueño. Para solucionar este último problema existe la cirugía Ortognática.
¿En qué consiste una operación Ortognática?
Su nombre deriva del griego orthos, “recto” y gnathos “mandíbula”. Se trata de un procedimiento quirúrgico que consiste en realizar determinados cortes y movimientos maxilares y mandibulares, con el fin de corregir deformidades dento-craneo-maxilofaciales.
En ese sentido, existen tres tipos de cirugía Ortognática:
Cirugía del Maxilar
Esta operación ortognática permite colocar el maxilar del paciente en la posición correcta, con el fin de lograr la armonía facial y corregir deformidades faciales, como prognatismo mandibular, sonrisa gingival o mordida abierta.
Consiste en realizar un corte del hueso maxilar, indispensable para masticar, hablar y respirar, con el fin de llevarlo a una la posición correcta y recuperar la funcionalidad deseada.
Cirugía de la Mandíbula
El procedimiento quirúrgico más practicado en esta área es la cirugía de avance mandibular, denominada “Osteotomía Sagital Bilateral”. Se efectúa para solucionar mandíbulas pequeñas o retraídas frente al hueso maxilar, mejorando la armonía de la parte baja del rostro y evitando problemas como la apnea del sueño.
Consiste en cortar a cada lado del hueso de la mandíbula y hacer el respectivo avance y fijación de la nueva posición con placas de titanio.
Cirugía Maxilomandibular o Bimaxilar
Se realizan los dos procedimientos anteriores (reposicionamiento maxilar y de mandíbula) con el fin de lograr una oclusión correcta y mejorar la armonía del rostro cuando el paciente padece malformaciones Clase 2, Clase 3, mordida abierta o asimetría facial.
Los tres tipos de cirugía son ambulatorios, poco invasivos y se desarrollan en tiempos similares a los de una cirugía dental. Antes de ejecutarlos, es necesario tomar radiografías, fotografías, medidas faciales y modelos que permiten hacer un diagnóstico preciso de los problemas que presenta el paciente y las intervenciones específicas que necesita.
Cirugía Ortognática y Ortodoncia
En varios casos de maloclusión o alteración de la mordida, la ortodoncia e, incluso, la cirugía dental (extracción de las muelas de juicio) son suficientes para corregirlos. Pero cuando el problema se debe a severas anomalías óseas estructurales de mandíbula o maxilares, es necesario apelar al procedimiento ortognático convencional.
En dado caso, el ortodoncista y el cirujano maxilofacial trabajan de forma conjunta y planifican el tratamiento completo que requiere el paciente para lograr una correcta alineación de dientes, maxilares y mandíbula.
Por lo general, antes de la cirugía ortognática se efectúa un tratamiento ortodóncico por un tiempo determinado (valorando la necesidad de extraer muelas del juicio), con el fin de alinearlos y lograr que encajen con la posición maxilofacial deseada.
Y en algunos casos de malformación severa, la relación cirugía ortognática y ortodoncia se mantiene luego de la operación, porque es necesario usar los aparatos dentales por un breve periodo de tiempo para ayudar a fijar los resultados obtenidos.
Desde la perspectiva estética-funcional-salud, este es un procedimiento indispensable para mejorar la calidad de vida de los pacientes que sufren mal oclusión dental y malformaciones maxilofaciales.
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