Las organizaciones que se apalancan en el uso de los datos y la inteligencia artificial se desempeñan mejor que aquellas que no lo hacen. Logran construir un ciclo de retroalimentación digital que optimiza sus operaciones, mejora sus productos, empodera a sus colaboradores y hace que se relacione mejor con sus clientes.
La adopción de tecnologías de Big Data, Inteligencia Artificial y Automatización genera desafíos, que incluyen la generación de capacidades organizacionales, la gestión del cambio, la adherencia a marcos regulatorios y la exposición a dilemas de carácter ético. Estas problemáticas yacen en la intersección entre los negocios y la tecnología, por lo que adquirir estas habilidades permite potenciar la productividad tanto personal como de las organizaciones.